24.1.11

Anuncios Hostiables

Hoy, en Anuncios Hostiables:
Bisbal y la Nocilla.


En realidad, con una sola palabra podría completar esta entrada: "Bisbal". Con él me pasa como con Mariah Carey; que mi odio es tan absoluto que casi no sé ni expresarlo. Es como... No sé. Como algo tan absoluto que no sabes cómo expresarlo. Lo que más me intriga es esa felicidad absoluta que destila Bisbal en cada una de sus apariciones. ¿Qué hace Bisbal para ser feliz? Quiero decir, si yo fuera Bisbal me miraría al espejo todas las mañanas y diría "mierda... ¡soy el jodido Bisbal!". Sólo hay dos cosas que pueden hacer que alguien como él sea feliz: las drogas o saber que uno se está muriendo y por lo tanto no queda mucho de suplicio. ¡DIOS MIO! ¡BISBAL ESTÁ ENFERMO DE MUERTE!
Por otra parte, anunciar algo que parece mierda mientras Bisbal se lo come con glotonería y hace gorgoritos mientras dilata los orificios nasales -que podemos llamar a partir de ahora "bisbales"- no es muy buena idea.
Ah, y no, Bisbal, no quiero cantar en un coro contigo. Pero gracias.

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